miércoles, enero 31, 2007

Congreso Exnovias: Del primero al último

La chica que hipostasia todo - ahora lo hace en su propio blog - excava en sus exnovios, como parte del II Congreso (a esta altura, casi eterno) Afiebrado.

Siguiendo la lista de expositores de los queridos colegas afiebrados, me tomo el atrevimiento de incorporar mi ponencia, nutrida de varias investigaciones de campo, acerca del fenómeno ex. Yo tengo muchos ex, y digo tengo porque todos son parte del presente (excepto el último). Este hecho, que parece ser anormal o imposible, se debe a un factor tan simple como insoportable y laburable: la perseverancia.
Mantener en el presente esa lista de nombres que han sido parte del pasado supone construir nuevas configuraciones de lo que debe ser o, al menos, de cómo debe ser entendida una relación. No se puede hablar de amigos, no podemos hablar de novios, no podemos hablar de touch and go (Moria ha anexado interesantes categorizaciones a nuestras vidas), sólo podemos hablar de ex, categoría que se vuelve necesaria para poder hablar de esa otredad que, en algún momento, ha sido parte de nuestra mismidad. Recuerdo mi primer beso en el jardín de la casa del vecino. Sebastián se llamaba. A Mayra también le gustaba Sebastián pero me tocó ganar la batalla por el chico. Yo tenía nueve años y una nula idea de lo que significaba un beso de lengua. El chico era más grande y, además, jugábamos a ser grandes. Cartas fueron y vinieron y, luego, la vida nos separó con el secundario. Pero ese ¿querés salir conmigo? se lleva grabado con mucha ternura y permanece como un recuerdo dulce. Tián, a quien yo le había hecho, a mis tiernos nueve años, un corazón horrible con crayones rojos que jamás le di (y que aún conservo), es hoy un vecino querido que pasea su perro por mi cuadra y con quien nos reimos de nuestra infancia y de ese día en el arbusto enorme de la esquina donde, con su bicicleta y su cara sonrojada, se animó a hablarme.

(completo acá)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Dos cosas: (1) mientras que en el varón las relaciones parecen contarse desde la adolescencia, la mujer remonta su contabilidad hasta el jardín de infantes; (2) ¿es posible que a la mujer le cueste más dejar ir que al hombre? Le comento: hasta hace poco, lo que había deseado para mis ex eran que fueran engullidas para siempre por el ávido centro de la Tierra. (Si estaba de buen humor, que fueran escupidas con vida en China. Pero que yo no me enterara.)

knoppix dijo...
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Unknown dijo...
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linux dijo...
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Unknown dijo...

Las temas son fabulosos, me encanta. saludos
Calderas de Gas